El relieve de Montejaque, como el del municipio vecino Benaoján, es típicamente calizo -kárstico - con grandes roquedales y cavidades, lo que confiere al paisaje un tremendismo y belleza inusitados. Destaca el paraje junto al antiguo embalse del río Guadares que es literalmente engullido por el sistema geológico Hundidero-Cueva del Gato, de gran interés espeleológico, volviendo a aparecer 4 km aguas abajo por la otra entrada conocida popularmente como Cueva del Gato, para unirse al río Guadiaro. El núcleo urbano abrigado bajo unas solemnes rocas tiene dos partes; la parte baja ortogonal y rectilínea y la parte alta, de origen árabe, con callejones empinados y tortuosos que bien merecen una visita. |