1. NOMBRE O NOMBRES
Cerro Cisne
2. LOCALIZACIÓN
ADMINISTRATIVA
Término municipal de
Cómpeta
3. LOCALIZACIÓN
11 km al N 0º 30’ NO
del Balcón de Europa, de Nerja.
Coordenadas UTM
X421860 Y 4078141.
Geográficas: Latitud
N 36º 50’ 36,9’’ Longitud E 3º 52’ 45,4’’)
4. TOPOGRAFÍA
En la Sierra de
Cómpeta (mapas topográficos y militares que
hemos podido consultar).
En un sentido más
amplio en la Sierra de Almijara.
Cerro con cuatro
cúspides que se alzan por encima de 1.440 m en
un espacio bastante triangular (1.484 m, 1.482
m, 1.458 m y 1.452 m), con laderas de
acusadísimas pendientes, salvo por el N, en
donde un puertecillo de 1.370,5 m lo separa de
otro cerro “simétrico”, de parte alta igualmente
triangular y con otras cuatro cimas arriscadas
(1.467 m, 1.465 m, 1.463 m y 1.451 m). Un
desafío que propongo a montañeros maniáticos es
hacer las ocho cumbres (896 m entre las dos más
distantes) en una sola excursión. Este segundo
cerro está separado por otro puertecillo de la
cuerda principal de la Almijara, divisoria de
aguas entre las cuenca del Genil y la vertiente
mediterránea (y casi límite administrativo entre
las provincias de Málaga y Granada). En esta
divisoria de aguas y muy cerca de nosotros, al
NNO, destaca la montaña popularmente conocida en
Málaga como Cerro Lucero (1.779 m), en realidad
Cerro o Rascón de los Moriscos, separado por el
Puerto Blanquillo (que no hay que confundir con
el otro Puerto Blanquillo, que separa las
cuencas de los arroyos de la Cueva del Melero y
de los Pradillos, muy cerca del no lejano Puerto
de Cómpeta) del verdadero Cerro Lucero (1.692
m), que está a punto de perder su noble nombre,
inmediatamente al OSO del mencionado Rascón. Y
siguiendo hacia el E el Puerto de Frigiliana, La
Cadena, Piedra Sillada, el Puerto de la
Ventosilla y la mítica Navachica (1.831 m),
máxima altura al E de La Maroma.
5. MOTIVACIÓN
Paisajes abruptos e
impresionantes barrancos de la Sierra Almijara.
El nacimiento del río
Higuerón.
El antiguo camino
real a Granada atravesando el puerto de
Frigiliana
Ruinas de las
antiguas ventas Cebollera Acebuchal y Panadero
que jalonaban el camino real.
Especies vegetales
interesantes de los mármoles dolomíticos de
estas Sierras
6.
VÉRTICES GEODÉSICOS
El Lucero (sensus
communis) aparece como vértice en los mapas de
E. 1:50.000 anteriores a los años noventa del
siglo XX, y lo mismo cabe decir de la Navachica,
pero en la “RE-50 nueva” ya no están.
Ateniéndonos a esta última los más cercanos son
La Cadena, a 2.465 m al E 29º NE, y Cerro Verde,
a 6.100 m al O 20º NO. No pudimos verlos a causa
del nublado, pero creemos que debe ser fácil
localizarlos.
7. MAPAS
Hoja 18-44 (1.054)
Vélez-Málaga del Mapa Militar de España E.
1:50.000 formada en 1.996.
Hoja 18-43 (1.040)
Zafarraya del Mapa Militar de España E. 1:50.000
formada en 1.996 (el Cerro el Cisne está en la
esquina SE).
Hoja 19-44 (1.055)
Motril del Mapa Militar de España E. 1:50.000
formada en 1.996.
Hoja 19-43 (1.041)
Dúrcal del Mapa Militar de España E. 1:50.000
formada en 1.996.
rmada en 1.992.
Hoja 18-43 (1.040)
Zafarraya del Mapa Militar de España E. 1:50.000
formada en 1.992 (el Cerro el Cisne está en la
esquina SE).
Hoja 19-43 (1.041)
Dúrcal del Mapa Militar de España E. 1:50.000
formada en 1.991.
Hoja 1.040 Zafarraya
del Mapa Topográfico Nacional de España E.
1:50.000, 1ª edición, 1.932 (el Cerro el Cisne
está en la esquina SE).
Hojas (18-44) 4-1,
(18-43) 4-4, (19-44) 1-1 y (19-43) 1-4 del Mapa
Topográfico de Andalucía E. 1:10.000.
Mapa Topográfico de
Sierra Almijara E. 1:25.000, de Miguel Ángel
Torres Delgado (lo mejor al día de hoy).
8.
APROXIMACIÓN: CARRETERAS, PISTAS
El acercamiento a
esta cumbre sólo puede realizarse utilizando
vehículo todo terreno, o bien mediante una
marcha de aproximación de unos 11 km hasta el
punto de inicio de la ascensión propiamente
dicha.
Es totalmente
desaconsejable esta segunda opción si se
pretende realizar la subida en un solo día,
porque debido a la dureza de la subida, esos 22
km extras de ida y vuelta la convertirían en un
auténtico calvario, además de no dar
materialmente tiempo con las horas normales de
luz solar. Tampoco es aconsejable realizar la
subida en época calurosa, porque debido a la
fuerte pendiente la deshidratación puede ser muy
intensa.
Desde Málaga se toma
la N 340 (E-15) en dirección a Almería. Justo a
la entrada de Nerja hay una rotonda donde están
las indicaciones de acceso a Frigiliana, a unos
5,5 km.
Una vez en Frigiliana
nos situamos en la plaza del Ingenio, donde se
encuentra el ingenio (azucarera) Nuestra Señora
del Carmen, donde aún se fabrica la miel de caña
del mismo nombre. En su fachada quedan restos de
antiguos esgrafiados muy descoloridos. En esta
plaza hay un cartel donde leemos RUTA DEL
ACEBUCHAL A PUERTO BLANQUILLO, que describe en
hitos una parte del recorrido que nosotros vamos
a hacer, sólo que esta parte la recorreremos en
vehículo.
En esta plaza
pondremos el cuentakilómetros a cero y tomamos
la carretera que va a Torrox. A unos 3.350 m e
inmediatamente pasado un gran invernadero nos
encontraremos a la derecha con la entrada a un
carril. En esta entrada encontraremos de frente
uno de los carteles correspondiente a uno de los
hitos de la ruta que nos anunciaba en cartel de
la plaza. Este tramo del carril asciende y se
halla en mediano estado de conservación. Hay
numerosas casitas a ambos lados de la pista y un
pinar de pinos carrascos con un matorral
termófilo de aulagas, romeros bolinas,
jaguarzos... etc.
Llegamos a otro
cartel en el que podemos leer HITO Nº 10
CUATROCAMINOS. Hay aquí una torre del tendido
eléctrico, con un transformador, junto a una
casa y el camino se bifurca. Nosotros
continuaremos con el carril que desciende a la
derecha. Unos 100 metros más abajo hay otra
bifurcación y nosotros volvemos a optar por la
derecha. El piso de la pista es de color blanco
deslumbrante por las arenas blancas de
originadas sobre estos mármoles.
Aproximadamente
a un kilómetro el camino se bifurca de nuevo. El
ramal de la izquierda desciende, pasa sobre el
cauce del arroyo del Acebuchal y llega hasta el
caserío del mismo nombre. Volvemos a elegir el
ramal de la derecha que continua ascendiendo y
que a unos 600 metros atraviesa una antigua
cantera abandonada. A partir de la cantera, el
carril se vuelve pésimo para un vehículo normal.
Llegados al HITO 13
BARRANCO DEL ACEBUCHAL vemos que alcanza la
pista por la izquierda del sentido de nuestra
marcha una senda que asciende desde la vaguada
del barranco en cuestión, quizá desde la aldea
antes citada. La vereda parece continuar
subiendo al otro lado del carril.
Llegado al cauce del
arroyo el camino continua durante un tramo por
la vaguada y, un poco más adelante, está la
venta del Jaro, el Taro o Venta Cebollero (Venta
Cebollera según nuestro amigo Miguel Ángel
Torres, incansable caminante y topógrafo de
estos andurriales, con más credibilidad para
nosotros que mapas y carteles). “Construida en
el siglo XVIII fue junto a la Venta del
Acebuchal y la de Panadero uno de los
establecimientos que proporcionaban techo y
comida a los arrieros que hacían el camino real
de Granada a través del Puerto de Frigiliana Su
historia está unida a la del pago de los
verdiales donde coexistían varios lagares y
montes poblados de viñas siendo el más
importante el llamado lagar de Peregrina situado
junto a la ermita de Calixto La Venta perteneció
durante la primera mitad del siglo XIX a D. José
de la Torre Arrabal que compaginaba el trabajo
en la posada con la explotación de las cuarenta
obradas de viñas que la circunda, repartiéndose
a su muerte en 1852 entre sus dos hijos varones.
La venta siguió funcionando hasta bien entrado
el siglo XX en la que la Sierra se fue
paulatinamente despoblando a la vez que la
arriería iba remitiendo a favor de otros medios
de transporte”.
Un poco más adelante
hay otra bifurcación. Si vamos andando tomaremos
la de la derecha, pero si vamos en vehículo la
de la izquierda, que sube hasta el puerto de
Páez Blanca (probablemente a partir de Pared
Blanca), de 750 m de altitud, que separa las
cuencas de los arroyos de los Pradillos y del
Acebuchal. Subiendo vemos de frente el Cerro
Verde, uno de los lugares donde se libraron
cruentos combates después de la guerra civil
entre el maquis y la Guardia Civil.
En
el Puerto de Páez Blanca veremos hermosos
ejemplares de Anthyllis tejedensis, y diminutas
linarias de flor roja. Tomando en este puerto el
ramal de la derecha encontraremos a no mucha
distancia el Collado Blanquillo y un kilómetro
más adelante un depósito de agua con una fuente
que no siempre nos ofrece agua. Más adelante
encontramos una última bifurcación; la que
asciende a la izquierda va a la Venta Panadero,
y desde allí, por un senda que tiene que ser muy
interesante, se sube hasta el Puerto de
Frigiliana (es una excursión que proponemos). El
ramal de la de la derecha (pero cuanta derecha,
¡carajo!) desciende hasta pasar por encima de
uno de los arroyos que dan origen al río
Higuerón. En la zona de confluencia de dos
arroyos han construido una balsa contra
incendios y un helipuerto. En este lugar
dejaremos los vehículos y continuaremos a pie.
El itinerario realmente comienza aquí, pero todo
el camino recorrido es apasionante por lo
escarpado del mismo, la profundidad de los
barrancos y la espectacularidad de los paisajes,
realmente bellos donde los haya.
9. EVENTUAL
REFRIGERIO
En la plaza del
Ingenio, de Frigiliana, en una esquina, hay un
bar en el que, por la mañana intentaron
clavarnos 3 cafés de más. Sin embargo en la
cerveza de la vuelta cobraron un precio bastante
módico.
10. ALTURA
1.484 m Visto desde
el nacimiento del río Higuerón se trata de un
espectacular pico que se encuentra colgado de
nuestras cabezas.
11. DESNIVEL
724 m
12. DISTANCIA
(GEOGRÁFICA Y TOPOGRÁFICA)
1.379 m (distancia
topográfica 1.557 m).
13. DISTANCIA PARA EL
CAMINANTE
3,4 km
14. PENDIENTE TEÓRICA
46 %
15. PENDIENTE PARA EL
CAMINANTE
21 %
16. TIEMPO DE ASCENSO
Y DE DESCENSO
Ascenso: 2,5 a 3
horas.
Descenso 1,5 a 2
horas.
17.
ITINERARIO ORGANIZADO EN HITOS
Dejamos los vehículos
en la pista, un poco por encima de la balsa
contra incendios (hito 1). A partir de aquí
ascendemos por el carril y a unos 300 metros
cruzaremos un arroyo de los que dan origen al
río Higuerón. Es un buen momento para
aprovisionarnos de agua, que no volveremos a
encontrar en el resto de la caminata.
A otros 300 m a
partir del arroyo el camino hace una cerrada
curva hacia la izquierda (hito 2), y es justo
ahí de donde parte en dirección la senda que nos
permitirá alcanzar nuestro objetivo. Si no se
encuentra a la primera es conveniente subir un
poco por la ladera y seguro que rápidamente la
divisaremos.
En estos primeros
momentos la pendiente es fortísima, por lo que
conviene tomarse la subida (no sólo aquí sino
durante todo el recorrido) con tranquilidad.
Rápidamente nos encontraremos en el fondo de una
barranca; a partir de aquí hay dos alternativas,
una seguir subiendo por la torrentera, con una
pendiente muy pronunciada pero sin apenas
matorral, otra subir por la derecha de la
vaguadilla, según el sentido de nuestra marcha,
y continuar por la senda que, aunque medio
perdida entre el matorral, mitiga un poco la
pendiente gracias a los zigzagueos.
Al llegar al final de
la torrentera (hito 3) hay un llanete o
puertecillo donde podremos recuperar el aliento.
Poco más adelante veremos a nuestra derecha un
abrigo rocoso debajo de una peña, a la derecha
del sendajo.
A partir de aquí la
senda está más o menos marcada siempre en
dirección Este. En determinado momento se nos
ofrece la opción de subir directamente por el
barranquillo que sube entre dos de los picos de
la cumbre; este camino es factible para subir,
pero la pendiente es máxima y el esfuerzo a
realizar muy grande. Pepe recomienda continuar
hasta el puerto que se divisa al NE (hito 4) y
desde allí, girando a la derecha, seguir un
senderillo de cabras que nos permitirá ascender
por otra vaguada que se asoma a la ladera
nororiental y por la que se sube con relativa
facilidad hasta el llano existente entre los
tres picos más altos de la cumbre (hito 5).
Desde este punto hasta la cima (hito 6) hay
escasamente 150 metros.
El regreso es
conveniente hacerlo por el mismo camino por el
que hemos subido. Nosotros decidimos bajar hacia
el Sudeste, en dirección a una senda que allí se
divisaba, a nuestros pies, y no lo recomendamos,
primero por el terrible matorral de aulagas,
romeros, etc., que hace muy penoso el descenso,
y, por si esto fuera poco, si bajas directamente
hacia el Sur te encuentras con unos grandes
cortados que hacen casi imposible bajar,
obligando a dar un gran rodeo hacia en Este en
medio del maldito matorral de todos los
demonios.
18. LO QUE SE DIVISA
DESDE LA CUMBRE (S, O, N, E)
Al N el Lucero,
Puerto de Frigiliana, Cerro de los Machos y
Piedra Sillada.
Al E la Loma Imán,
Navachica, Cielo y, más allá, Sierra Nevada.
Al S la Sierra de
Enmedio, Frigiliana y, al fondo, Nerja y el Mar.
Un poco al sudeste el pico el Fuerte de
Frigiliana y, lejos, al sudoeste, Torre del Mar.
Al O Collado
Blanquillo y la loma de Cerro Verde.
19. FECHAS DE SUBIDA
24 - III - 2.001:
Juan Carlos, Luis, Ernesto, Teresa, José Antonio
Ruiz Heredia, Paco y José Mayorga.
20. GEOLOGÍA
Mármoles dolomíticos
(olor inconfundible cuando te dabas un
resbalón).
21. VEGETACIÓN
Por los esqueletos de
viejos pinos rodenos quemados que hemos visto en
todo el recorrido y la gran cantidad de
fragmentos de vasijas para la recogida de la
resina de dichos árboles, pensamos que no hace
mucho estas montañas debieron estar cubiertas de
un pinar de pinos resineros, que fueron
explotados obteniéndose de ellos la resina que a
buen seguro se debía manufacturar y
comercializar en “La Resinera”, al otro lado de
la sierra, ya en la provincia de Granada.
Hoy día sólo queda un
matorral termófilo a base de aulagas, romeros,
boj, Thymelaea tartonraira, Halymium sp, algunas
sabinas y enebros, Rhamnus lycioides, Rhamnus
myrtifolius entre las piedras y, en las partes
altas, Lavandula lanata, Echinospartium
boissieri, y la extraña Paronichia frutescens.
En la falda
meridional del Cerro está este mismo matorral
con romero, aulagas, boj, etc., con algunos
ejemplares de pinos carrascos y rodenos de
repoblación.
22. FAUNA
Hemos visto dos
cabras monteses y un lagarto ocelado y escuchado
ranas.
23.
OPCIONES ALTERNATIVAS EN LAS PROXIMIDADES
Lucero.
Puerto de Frigiliana
desde Venta Panadero.
Lomas del Chaparral.
Cerro de los Machos.
Piedra Sillada.
HITOS:
Balsa contra
incendios.
Curva pronunciada del
carril a la izquierda, donde comienza la senda.
Parte superior de la
torrentera, donde se une ésta a la senda.
Puerto.
Llanete entre los
tres picos.
Cumbre.
24 CONNOTACIONES
SEXUALES
Esta montaña, de
nombre con tan amatorias resonancias, estaba
predestinada a figurar en un lugar de honor
entre las que habían de excitar nuestra noble
concupiscencia.
Preguntábame yo,
sabiendo que las aves carecen de pene, como
habría podido ser el concúbito de un cisne con
una mujer, cuando encontré esto leyendo acerca
de la anatomía de sus órganos sexuales:
solamente en las rátidas, en los ánades y en las
crácidas se descubre una estructura primitiva
extroflexible y eréctil que hace las veces de
pene. Bueno, ya sabemos por qué en este caso,
tomo Zeus la forma de un cisne.
Veamos ahora como
ocurrió todo. Ante todo confieso que las
versiones se me multiplican como conejos (o como
Ledas, podría decirse aquí), pero me atendré a
la más tierna, es decir, a la postre a mi
preferencia. Pues es el caso que estando un día
Leda a orillas del Eurotas, no lejos de Esparta,
tal y como nos la muestra Correggio en uno de
sus Amores de Júpiter, que es tal y como al
menos todos desearíamos encontrarla, vio a un
cisne perseguido por un águila. Apiadada, cuando
el ave blanca bajaba aterrada le abrió los
brazos y el cisne, claro está, la hizo suya. Lo
cierto es que el cisne era Zeus y el águila
Afrodita, que prestaba su concurso en este ardid
ejerciendo su oficio de favorecer la consumación
de todos los amores.
Esta dulce coyunda
emplumada tiene sus antecedentes y sus
consecuentes.
Cuentan los más que
Leda era hija de Testios, rey de Etolia, y de su
mujer, Euristemis. Si nuestro barco, dejando a
su popa el mar Jónico, pasa entre Cefalonia y
Zakynthos para penetrar en el golfo de Corinto y
nosotros estamos atentos a las costas que se
divisan por babor veremos, dejados atrás los
islotes que cierran la bahía de Missolonghi, la
desembocadura de un río; es el Évinos, a cuyas
orillas estuvo Calidón, la que fuera asolada por
el terrible jabalí, de la que nos quedan restos
de su muralla y del templo de Artemisa. Allí
tenía su morada Testios y allí arribó el
fugitivo Tindáreos, expulsado de Esparta por su
hermano Hippokoón. De esta forma llegó Leda a
ser mujer de Tindáreos y luego, cuando Herakles
justiciero dio muerte a Hippokoón y a sus doce
hijos y restauró a Tindáreos, reina de Esparta.
¿Por qué nos
interesa, al historiar esta coyunda, la
condición de casada de nuestra heroína? Para
Zeus era irrelevante que sus amantes fueran
casadas o solteras, vírgenes o no, hembras o
varones, pero en este caso se trataba de una
esposa y estas están expuestas a los
requerimientos de sus maridos, que es lo que esa
misma noche le ocurrió a Leda y así, doblemente
fecundada, puso dos huevos. De uno de ellos
salieron Pólux y Helena, hijos del cisne, y del
otro Cástor y Clitemnestra, hijos de Tindáreos,
hecho ilustrado en el cuadro de Leonardo.
Reconozco que el
cuadro de Miguel Ángel lo desconocía. Es
evidentemente La Noche, de la tumba de Juliano
de Médicis. Ilustra el momento de la penetración
en una curiosa postura de recogimiento.
En cuanto a
Correggio, como bien sabéis, pintó su serie de
los Amores de Júpiter en 1.531, para Federico II
de Gonzaga, que se la había encargado para
regalársela a Carlos V y, curiosamente, es el
único cuadro de la serie que figura en los
inventarios de Felipe II. Más le hubiera valido
quedarse en España porque, después de mil
peripecias, habiendo pasado por Praga, Estocolmo
y Roma, en la primera mitad del s. XVIII estaba
en París, en manos de los Orleans, y allí el
hijo del duque, en un arrebato de furor
pudibundo, hizo pedazos la tela y destrozó el
rostro de la bella. El pintor real Coypel
adquirió los trozos y restauró la obra, tal vez
con la colaboración de Vanloo, Boucher o
Deslyens. El caso es que la cabeza que hoy vemos
es obra de Schlesinger. Después de la muerte de
Coypel siguió rodando hasta acabar en el
Staatliche Museen de Berlín, donde aun podemos
disfrutarla.
La Leda de Leonardo
se perdió irremisiblemente, aunque han llegado
hasta nosotros nueve variantes. Tenemos de su
existencia los siguientes testimonios antiguos:
· 1.537-1.542 Anónimo
Gaddiano [elaboración de Il “libro”, de A. Billi
(1.481-1.530) ]
· 1.584 G. P.
Lomazzo, Trattato dell’arte della pittura
(Lomazo nunca fue a Fontainebeau y escribe de
oídas).
· 1.590 G. P.
Lomazzo, Idea del Tempio della pittura.
· 1.623 Cassiano del
Pozzo (del Pozzo estuvo en Fontainebleau, vio el
cuadro y lo describió con precisión).
· 1.692-94 Inventario
dado a conocer por E. Müntz, Léonard de Vinci
(París, 1.899).
· Y además un dibujo
de Rafael, hacia 1.505, durante su estancia en
Florencia.
De su desaparición lo
que en 1.775 escribe Carlo Goldoni a Venanzio de
Pagave, que le había rogado que la buscara: No
existe en Francia recuerdo alguno de que haya
estado nunca allí. He visto cuadros y examinado
varios registros y catálogos de cuadros
destruidos y de estatuas mutiladas por una mal
entendida devoción; y no sólo no se encuentra en
ellos la Leda de Vinci, sino que los profesores
y aficionados franceses pretenden que nunca ha
existido y que Vinci nunca compuso tal cuadro.
Para situar en el
tiempo esta creación leonardiana conviene tener
a la vista al menos una parte del esquema de su
vida:
· 1.499-1.508 (47-56
años) 2o periodo florentino, tras la invasión de
Lombardía por Luis XII de Francia y la huida a
Innsbruck de mi tocayo Ludovico Sforza, duque de
Milán (Ludovico el Moro). Es el periodo de La
Gioconda, La batalla de Anghiari y La Virgen de
la rocas de la National Gallery.
· 1.508-1.513 (56-61
años) 2o periodo milanés, llamado por Carlos II
de Chaumont, mariscal de Amboise, gobernador
francés del ducado de Milán. Es el periodo de su
Santa Ana, la Virgen y el niño con el cordero,
del Louvre, y del Autorretrato (sanguina) de
Turín.
· 1.513-1.517 (61-65
años) periodo romano, bajo la protección de
Giuliano de Médicis.
· 1.517-1.519 (65-67
años) periodo francés, como huésped de Francisco
I.
Parece legítimo
suponer, apoyándose en la existencia del dibujo
de Rafael, que Leonardo dibujó la Leda durante
su 2o periodo florentino, y que quizá la pintó
en su 2o periodo milanés porque las copias
existentes, de la época y del taller, son sobre
todo obra de lombardos. También es legítimo
suponer que las tablas [“porque como está hecha
de tres tablas en lo largo” (Cassiano del Pozzo)]
viajaron a Francia con Leonardo, aunque cuando
Antonio de Beatis visitó a Leonardo en 1.517, en
el castillo de Cloux (Amboise), ya no estaba en
su poder, como sí lo estaban La Gioconda, la
Santa Ana, la Virgen y el Niño con el cordero y
el San Juan Bautista, lo que es muy comprensible
teniendo en cuenta la naturaleza de nuestra
pintura y la personalidad de Francisco I.
La foto que os envío
es la del cuadro que se conserva en la Galería
Borghese, de Roma, que los más atribuyen a
Sodoma, al menos por lo que se refiere al cuerpo
de la mujer. Tenemos la certeza de que esta obra
se diferencia de la de Leonardo por la presencia
de un sólo huevo y de dos niños (Cástor y
Pólux), siendo así que Leonardo pintó dos huevos
y cuatro niños (Pólux, Helena, Cástor y
Clitemnestra), porque así nos lo dice Cassiano
del Pozzo, que contempló y describió el
original.
Otros muchos artistas
se han inspirado en este apareamiento y han
contribuido así a edificarnos. Por mi parte
propongo buscar las imágenes de Boucher, de
Gericault, de Moreau y alguna otra que no
recuerdo ahora.
Pasando a la cuestión más estrictamente zoológica
hay razones muy convincentes que nos persuaden de la
mucha razón que tuvo Zeus para tomar la forma de un
cisne en esta ocasión.
Ante todo no había
rátidas ni crácidas en Grecia. Por otra parte
las crácidas tienen un peso demasiado pequeño
como para que los necesarios empellones
impuestos por la empresa fueran satisfactorios
para nuestra amiga, y en cuanto a las rátidas,
¿qué mujer abriría sus amorosos brazos -y
piernas- a un emú o un casuario? Forzando un
poco la cosa cabría aceptarlo en el caso de
ñandúes o avestruces que, por su masa y
musculatura, podrían satisfacer a la más
exigente, pero los primeros no habían pasado el
charco y los segundos, si alguna vez poblaron
Europa, ya no estaban disponibles en la Grecia
arcaica. Quedaban sólo los cisnes, nuestras más
voluminosas anátidas. Centrándonos pues en los
cisnes dejamos al margen al cisne de Bewick (lo
podemos hacer con toda tranquilidad porque a su
menor tamaño une el serio inconveniente de su
menos que excepcional presencia en el país de
nuestra heroína). Nos quedan, pues, el cisne
vulgar y el cisne cantor, ambos de igual tamaño,
ambos invernantes en Grecia y el primero incluso
nidificante. Confieso que me cuesta decidir.
¿Quizá el cisne vulgar por el recio sonido
musical de sus aleteos y su pico anaranjado que
invita al besuqueo? ¿Quizá el cisne cantor por
sus frecuentes notas trompeteras y por su
caminar más airoso? Tal vez nunca lo sepamos,
pero agradecería cualquier idea al respecto.